Si bien el objetivo principal de la natación es aumentar la velocidad, muchos nadadores se centran en aumentar la distancia, por eso daré cuatro consejos simples pero fáciles para nadar largas distancias sin cansarse.
No acorte la distancia de la carrera
Acortar la brazada reducirá la propulsión y consumirá más energía, así que no lo hagas. Extender la distancia de la brazada es un elemento clave para nadar de larga distancia de manera efectiva y, para lograrlo en estilo libre, debes mantener una posición corporal horizontal en todo momento, lo cual es necesario en todo momento porque minimiza la resistencia y hace un uso más eficiente de cada una de tus brazadas. Cuando el cuerpo esté en la posición correcta, considera una brazada de brazos: debes llegar lo más lejos que puedas hacia adelante y, mientras tiras hacia atrás, extiende el otro brazo lo más lejos que puedas hacia adelante. Mantener el cuerpo nivelado y extender los brazos al mismo tiempo es la forma más eficiente de avanzar, lo que significa que puedes ahorrar más energía para tu nado largo.
Come bien
Bebe mucho líquido durante los entrenamientos y las competiciones, y come cereales integrales, verduras y muchas proteínas magras. Para generar la energía necesaria para nadar, recuerda llevar una botella grande de agua y unas cuantas barritas energéticas para reponerte a mitad del entrenamiento, porque las calorías que quemas y sudas durante una competición de natación son increíbles.
Aumentar gradualmente la condición física
La natación de larga distancia es un proceso continuo, al igual que el ciclismo y la carrera a pie, y es necesario fijar objetivos de una forma especial para poder progresar de forma gradual. Intentar correr 10 km al principio solo provocará lesiones o pérdida de la motivación total, por lo que se debe empezar a un ritmo determinado con 10 carreras de 50 metros, para luego aumentar a 75 metros y luego a 100 metros. Esto aumentará tu estado físico y tu resistencia, además de mejorar la técnica y la eficiencia de la brazada, ya que podrás ver progresos de forma constante y ser capaz de completar el entrenamiento sin sentirte estresado y físicamente agotado.
Aprende a respirar
Tus músculos necesitan oxígeno. Los músculos de la natación necesitan mucho oxígeno. Si quieres tener éxito en la natación de larga distancia, tienes que aceptarlo y adaptarte a ello. Aquí tienes tres reglas básicas y consejos que te darán más oxígeno y un mejor ritmo mientras nadas, te ayudarán a respirar mientras nadas y oxigenarán tu cuerpo sin crear resistencia ni distracciones, lo que también significa que tendrás más potencia y eficiencia en el agua:
1. Mantén la cara dentro del agua. Sabemos que esto puede resultar incómodo al principio, pero es necesario porque al nadar con la cabeza hacia arriba, las caderas y las piernas se hundirán más y perderás la posición corporal mencionada anteriormente.
2. Exhala bajo el agua. Inhala mientras te giras y exhala por la nariz y la boca cuando la cabeza entre en el agua. Al principio, esto resultará incómodo, pero es una forma de obtener más oxígeno y minimizar el tiempo que pasas subiendo a la superficie y mirando hacia arriba tanto como sea posible.
3. Respiración unilateral. Para el estilo libre de larga distancia, es mejor respirar de un solo lado. Esto te da un buen ritmo y mucho oxígeno. Sin embargo, es importante tener en cuenta que debes corregir pequeños desequilibrios corporales al respirar de un solo lado.